CEREMONIA DE SUMISION
Origen australiano
Participantes: Amo y muchacha sumisa
Estas líneas describen una ceremonia importante en la cual te entregas libre y voluntariamente a una persona que será tu Amo por un período del tiempo convenido. Antes de someterte debes entender que el cambio en tu estado al de sumisa será profundo y te afectará. El contrato no puede ser roto durante ese periodo y puede ser renovado o no a su finalización.
La sumisión no es una nueva invención; se ha practicado entre seres humanos desde el amanecer de los tiempos. Hasta hace poco tiempo, ha sido el hecho más notable de la vida para mucha gente. La esclavitud es humana. El dolor y el sufrimiento son parte de la vida humana. Pueden ser evitados, es verdad. Es tu elección. Recordad que el castigo es una forma de amor, experimenta una voluntad que madura en la otra.
Dedicas tu mente y tu cuerpo a tu señor y a su voluntad. Muchacha, no te entregas a un ideal o ni a una causa; no lo haces ni por dinero o gloria. Hay una semilla que empieza a crecer en ti.
Cosas necesarias para el rito:
- Una mesa de altura normal y una vela blanca sobre ella
- Regalo de la sumisa a su Señor: algo pequeño que elige ofrecer porque simboliza la esencia de su sumisión.
- Collar auxiliar y cadena (no unidos)
- Azote, fusta o toalla no muy grande
- Consolador
- Venda negra para los ojos (colocada junto a la cama)
- Vendas o cuerdas (atadas a cuatro esquinas de la cama en la preparación)
- Flor roja (eg. un clavel) que la muchacha lleva como símbolo de su entrega.
Es deber de la muchacha asegurarse de que todo lo necesario está listo.
Vestido:
La muchacha debe vestir con ropas donde deje claro que ella está ofreciendo su cuerpo a su señor y complacen su gusto. Ella debe perfumarse con cuidado. Vestirá al amo si él así lo desea.
Comportamiento general:
La muchacha debe comportarse con humildad pero no sin ocultar sus partes privadas a su señor. Su voz debe ser baja pero no un susurro y ella debe mantener la cabeza baja en una actitud de sumisión. En ningún caso puede ella corregir a su señor.
La ceremonia:
En la mesa se fija una vela encendida sin ninguna otra luz en el cuarto. Se coloca en frente el regalo. El señor está quieto a un lado de la mesa, la muchacha frente a él. Ella tiene los brazos caídos a lo largo del cuerpo y muestra las palmas de sus manos a su señor.
- Amo: ¿Vienes aquí de tu propia voluntad libre?
- sumisa: Sí, vengo libremente.
- Amo: ¿Aceptas libremente que te someterás a mi hasta tal día?
- sumisa: Sí, soy desde ahora tu esclava hasta entonces.
- Amo: ¿Juras solemnemente por todas las cosas que me darás cuanto pida totalmente, sometiéndote sin trabas a mi disfrute de ti durante ese tiempo?
- sumisa: Sí, lo juro por todo mi señor
- Amo: Repite estas palabras:" Juro solemnemente someter a tu voluntad, mi corazón (la sumisa toca su pecho y toca el de su Señor), mi mente (toca su frente y la de su Señor) y mi alma (toca sus labios y luego los de su Señor).
- sumisa: "Juro solemnemente obedecerle inmediatamente, sin reserva y sin vacilación en lo que me pida. Juro solemnemente parecer hermosa a sus ojos, sonar graciosa en sus oídos (el Amo levanta la barbilla de la esclava, que echa los pechos adelante)"
- Amo: Soy tu Señor.
- sumisa: Es mi Señor.
- Amo: Soy tu Amo.
- sumisa: Es mi Amo.
- Amo: Soy tu dueño. Eres mi esclava. Tu cuerpo es mío. Tu boca es mía. Tu sexo es mío. Sirves mi voluntad. Sirves mi palabra. Sirves mi placer.
- sumisa: Es mi dueño, soy suya, soy su esclava. Mi cuerpo es suyo, mi boca es suya, mi sexo es suyo. Su voluntad es la mía. Sus palabras son órdenes. Sirvo a su placer (después de esta declaración, el Amo puede dar una palmada a la muchacha en la cara o la otra parte de su cuerpo)
- Amo: Ahora que he tomado la posesión de ti para el período, llevaré tu regalo como símbolo de todo lo que deseo gozar en ti. (El Amo coge su regalo que ella le ofrece con dos manos). Dame tu flor, símbolo de tu sometimiento (Ella da su flor y se arrodilla ante su Amo, con las manos a la espalda de ella. El Amo destroza la flor, pétalo por el pétalo y los mira caer). De la misma forma que he hecho uso esta flor, hago uso de ti. Ahora desnúdate. (la sumisa se quita la ropa y los adornos y vuelve a arrodillarse ante Amo, las manos unidas detrás de ella y las piernas levemente separadas)
- Amo: Viniste desnuda a mí. (pone en el cuello de la sumisa el collar del dominio). Lo usarás siempre que te lo ordene. (la venda negra y con ella tapa la boca de la muchacha). Hablarás cuando lo ordene. Tu cuerpo está para mi placer. Muéstralo. (ella alza sus caderas ofreciendo su sexo. El señor inserta si quiere el consolador en ella) Mi voluntad penetra las barreras de tu cuerpo. Ahora póstrate ante mí. (ella de rodillas pone la cabeza en el suelo). Soy tu Dueño. No aceptarás más Señor y sólo a mi me rogarás que te posea. (Pone un pie sobre la espalda de ella como símbolo del derecho de pernada)
El apareamiento:
La sumisa ofrece a su Amo la posibilidad de azotarla, lo cuál hace éste o no, a su voluntad. La sumisa elige el instrumento de azote. Tras los azotes, el Señor pone una cadena al collar de la sumisa y la conduce al lecho. Allí le quita la mordaza y con ella le venda los ojos. Es atada a la cama. El Señor decide si dar o recibir placer.
Termina la ceremonia cuando la sumisa baja de la cama y se abraza a las piernas de su Dueño susurrando:
"Es mi Dueño y yo soy su esclava"
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