BDSM Y PAREJA

No hay fórmulas infalibles en cuanto a relaciones se refiere; el factor humano hace impredecibles los resultados.

En esta ocasión les hablaré de dos grandes vertientes.

PERSONAS CON UNA RELACIÓN.

Dentro de este supuesto podemos encontrar: noviazgos, uniones libres, matrimonios.

Les presento un proceso que a mi juicio puede ayudarnos en la difícil tarea de incluir a nuestra pareja en los gustos que tenemos.

EL PROCESO:

1) Abrir horizontes: dependiendo del nivel de desarrollo de la sexualidad que se tenga actualmente, hay que abrir más opciones. Juguetes, películas, revistas, chats, material en internet, etc.; estas son herramientas que pueden ayudar a enriquecer la vida sexual.

2) Sondear: si ya estamos incluyendo elementos adicionales en nuestra relación, hay que observar las reacciones de la pareja; indagar qué material le gusta o le provoca, cuáles son sus sensaciones ante esos estímulos, ¿qué le gustaría probar?, ¿qué fantasías tiene?

3) Hablar claramente: llegará un punto en que es necesario hablar sin rodeos: “Me interesa esto, lo he hecho y quiero hacerlo de nuevo” o “Me llama la atención esto y quiero que lo probemos”. Tu pareja no necesariamente lo rechazará, ¡te puedes llevar una agradable sorpresa!

4) Analizar y evaluar: ¿qué queremos, cómo, hasta dónde, qué puede pasar? Y dar los tiempos necesarios de procesar y asimilar la situación. Hay que hablarlo una y otra vez, hasta que ambos estén seguros de querer dar el sieguiente paso.

5) Pactar: llegar a acuerdos de qué sí podemos permitirnos y qué no.

6) Respetar: un punto realmente medular. Si ya tenemos pactado lo que vamos hacer, debemos respetar esos acuerdos ya que son el pilar fundamental para seguir por buen camino.

7) Retroalimentar: platicar qué paso, qué sintieron, qué fue bien, qué fue mal, etc.

¿Qué hacer cuando el proceso falla? Pensemos en dos supuestos:

  1. a) Ya le explique a mi pareja, ya se lo pedí, ya intenté de diversas formas convencerla, pero mi pareja no quiere probar.
  2. b) Ya lo probamos varias veces, de diversas formas, y a mi pareja no le gustan estas prácticas.

Si ya se dio tiempo de asimilar las cosas, si ya se habló y negoció en diversas ocasiones, si ya todo falló, ¿qué queda por hacer?:

  1. a) Ir por el mundo BDSM en forma individual pero con el conocimiento de tu pareja.
  2. b) Ir por el mundo BDSM a espaldas de tu pareja, siempre consciente de las consecuencias que esto implica. Es la peor opción, pero la única cuando todo lo demás falla.

Menciono que la anterior es la peor opción porque podemos perder a nuestra pareja. Si alguien nos da todo aquello que necesitamos, nuestra relación de pareja estable puede romperse a largo plazo. Hay que tener muy claras las cosas y saber separar muy bien los sentimientos.

PERSONAS SOLTERAS

Solteras en el sentido de que son personas que no tienen un compromiso sentimental. En este caso, en el momento de tener una pareja, el proceso sería el mismo. Por lo que solo me enfocaré en ciertas reflexiones que la persona debería hacerse antes de buscar pareja.

  1. a) Ponderar qué representa el BDSM para uno, ¿puedo vivir plenamente sin él o no? Y con base en eso definir qué tipo de pareja busco.
  2. b) Definir ¿qué quiero, un amo o un novio que, además, cumpla las funciones de amo? Confundir esto es un error muy común sobre todo entre las sumisas. Engañarse a sí mismas diciendo que buscan amo, cuando en realidad están buscando un novio. No perder de vista que la relación más rica y con más matices es el noviazgo, por lo que debieran de concentrarse en encontrar novio y después iniciarlo en el BDSM. O si van a iniciar una relación con un amo, dejarle claro a él, que su intensión o aspiración es que llegue a ser su pareja sentimental.

FUENTE: http://www.bdsmrevista.com/2015/02/24/bdsm-y-pareja/

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