HACIA EL “POSTBDSM”

Angie Rueda Castillo

En mi opinión el BDSM se encuentra actualmente experimentando cambios significativos que lo están llevando a algo muy diferente de lo que se concibió como Sadismo/masoquismo en la época de surgimiento de los gruposLeather o del predominio de la que se conoce como “Old Guard”, e incluso de la que después y hasta la fecha, en relaciones de Dominación/sumisión, se maneja como “New School”. Se trata de la tendencia presente y futura a la que yo he denominado PostBDSM, no porque constituya necesariamente una superación de sus concepciones o prácticas o porque sea aceptado de manera abierta y entusiasta por sus practicantes, sino porque tiende cada vez más a replantear sus rasgos y manifestaciones visibles, lo que no implica que en el camino dejarán de haber -de manera más o menos cerrada- seguidores/as de las concepciones y reglas tradicionales.

He identificado diez rasgos principales que orientan este cambio. Entre los que tienen que ver principalmente con su dinámica interna y la forma como se procesan las influencias del exterior, se encuentran las siguientes:

1) La existencia cada vez mayor y más visible, particularmente entre las/os practicantes más jóvenes o nuevos/as en el ambiente del BDSM, de dominantes cuyo estilo de dominación incluye rasgos de comprensión, ternura y apertura a escuchar e incorporar las opiniones de sus sumisas o sumisos, alejándose de los estereotipos de dureza, severidad y superioridad que caracterizaban a los amos en el pasado y acercándose a imágenes más cercanas, amigables e incluso románticas.

2) La presencia de mujeres sumisas más cuestionadoras, críticas, con iniciativa y capacidad de propuesta, que piden que sus opiniones sean tomadas en cuenta en la conformación y las dinámicas de una relación de D/s, como una de las manifestaciones de la influencia del feminismo, que se viven también en el mundo del BDSM, en la superación del papel de las mujeres (otra podría ser el fenómeno de las mujeres dominantes).

3) El crecimiento del número de personas “switch” o alternantes, quienes proviniendo de uno de los dos roles principales o sin identificación precisa con alguno de ellos, desean experimentar lo que significa estar “a los dos lados del látigo” y transitar de una a otra posición, sin mayores protocolos ni explicaciones; lo que tiende a desdibujar aún más los contornos rígidos que caracterizaban a las posiciones y roles de dominación y de sumisión.

4) El mayor apoyo de las/os practicantes a los consensos y los acuerdos alcanzados por quienes participan en una sesión o en una relación de D/s o S/m, lo que viene a constituir la reafirmación del principio de “consensuado” del SSC (Safe, Sane and Consensuous) e incluso del PRICK (Personal Responsability in Informed and Consensual Kink), que guía al BDSM, por encima de las reglas, protocolos, escuelas y mentores que en décadas pasadas se tenían como inamovibles y que presentaban a este mundo como excesivamente rígido, asimétrico y jerarquizado.

5) La mayor importancia que hoy se concede a los aspectos lúdico, hedonista y performativo del BDSM entre practicantes y seguidores/as, por encima de los de la filosofía o del estilo de vida, hace que hoy el “juego”, la “sesión”, la “reunión” y el continuo cambio de pareja se sobrepongan a los de disciplina, formación y aprendizaje que eran tenidos en el pasado como requisitos de “iniciación” en este mundo.

No cabe duda que hoy en día, aunque lo resientan los amantes del pasado, el BDSM ya no es como lo pintan y tenderá a serlo menos en el futuro próximo.

Las transformaciones en curso en nuestro mundo, particularmente en Occidente, caracterizadas por el predominio del mercado y la globalización de las comunicaciones y sus impactos en las ideologías y las creencias, en las formas de vida, los comportamientos colectivos y las costumbres de los grupos sociales; la extensión de la democracia, el mayor respeto de los derechos humanos, la búsqueda de la igualdad y la equidad entre los géneros; el reconocimiento y valoración de la diversidad humana, entre ella de la diversidad sexogenérica tienden a modificar, con diferentes consecuencias e implicaciones, el mundo que hemos conocido y en el que vivimos.

Los cambios que se vienen produciendo en el mundo del BDSM y la D/s, y que yo denomino “PostBDSM”, son también consecuencia de influencias externas, que identificamos a continuación y las cuales seguirán teniendo un gran impacto en la reconfiguración de este mundo:

1) El mercado. La conversión del BDSM en un fenómeno de moda por las ganancias que está generando el consumo de libros, películas, accesorios de ropa y “juguetes” y aparatos para su práctica. El mercado contribuye de esta manera a su mayor visibilización y favorece su aceptación o al menos su menor rechazo y condena, como lo demuestran, entre otros hechos, las ganancias recopiladas por la zaga de libros (95 millones de dólares anuales para su autora Erica Leonard James) y la primera película (de la trilogía, cuya filmación completa ya se prepara, y que en su semana de estrenó cosechó entradas por 239 millones de dólares, la de mayor éxito económico para películas prohibidas para público menor de 17 años) de “Fifty Shades of Gray”. A este éxito de ventas y popularidad, podría seguir, al menos en alguna medida, la película australiana “My Mistress”, que trata sobre la relación que se establece entre un jovencito y su vecina (Emmanuelle Béart), quien resulta ser una dominatrix.

2) La globalización de la información. La expansión del internet y el surgimiento de las “redes sociales” han venido a poner la información (no necesariamente ni cierta ni confiable ni convencional) al alcance, literalmente, de millones de personas. “fetlife.com”, “mazmorra.net”, “alt.sex.com.”, “someteme.com”, “elpalaciodelbdsm.com”; blogs sobre el tema, como el afamado: “elfarosm.blogspot.com”; redes virtuales como: “Facebook” (con páginas dedicadas al bondagepet playfemdommaledomsissies, de amos, amas, sumisas, sumisos y switch), “Instagram” (que permite desnudos totales), “Youtube” (en donde pueden verse los trailers y escucharse la música de películas “de culto” en el ambiente, como Histoire d’OIl Portiere di Notte, Maitresse, La pianiste, Beyond Vanilla, Secretary,Wir leben… SM!, Nymphomaniac, y otras muchas), son algunos de los variados recursos a los que hoy acude quien tiene conocimientos e interés o, simplemente, curiosidad o morbo por el tema del BDSM y las diferentes prácticas que cobija, lo que obviamente se ha incrementado con fenómenos mediáticos como los ya comentados. Estas fuentes de información, en su variedad, van reflejando los cambios que ha vivido el sadomasoquismo y la dominación/sumisión a lo largo del último medio siglo, así como los que vive hoy en día y hacia adelante.

3) Los derechos humanos y el feminismo. La influencia que en las últimas décadas han ido adquiriendo en el conjunto de la vida social, el reconocimiento, respeto, protección y promoción de los derechos humanos y la búsqueda de la igualdad y la equidad entre los géneros, se hace presente, por supuesto, en el campo de las sexualidades, y no podía dejar de hacerlo también en el mundo del BDSM y de la D/s. Hoy, es visible una abierta tendencia a la mayor participación y disfrute de beneficios de las personas, esto es, a una mayor horizontalidad que termina por cuestionar y poner en entredicho la esencia misma de las relaciones en el BDSM, que es su asimetría y jerarquización.

Un fenómeno contrastante, en relación con la cuestión de género, está representada por la presencia, desde hace años (aunque no en sus orígenes), de mujeres dominantes y de sumisos varones, lo que, por un lado, pone de relieve el mayor poder y capacidad de conducción en manos de mujeres, aunque, por el otro, como en el caso del ginarquismo, con su contenido de sojuzgamiento femenino sobre los hombres, viene a significar un cuestionamiento, desde el extremo opuesto, a las ideas mismas de igualdad y equidad de género que han impulsado las diferentes olas del feminismo.

4) Las sexualidades alternativas. La apertura del BDSM y la presencia en su interior de otras condiciones, prácticas y manifestaciones de la sexualidad de nuestros días, como las relaciones sexuales abiertas (swingers,menage a trois o gang bang, que en el medio de la D/s pueden adoptar la forma de “cesión” o “cosesión”), el poliamor con su componente amoroso (“poliarmonía” en el mundo bedesemero), el exhibicionismo, la pansexualidad con la más protagónica participación de mujeres trans dominas, sumisas y alternantes. La vinculación con estas diferentes experiencias y expresiones eróticas y sexuales, más allá de las relaciones sadomasoquistas o de dominación/sumisión heterosexuales, enriquece pero también viene a complicar la permanencia de sus rasgos más conocidos.

5) Comunicación, negociación y toma de decisiones. Otras acciones en terrenos de la vida económica y social distintos a los de la sexualidad y, en específico, del BDSM, de manera más o menos consciente se vienen aprovechando e incorporando en la vida cotidiana de las y los practicantes, para concertar una cita, acordar una sesión y particularmente para conformar una relación de dominación/sumisión estable y con perspectivas de duración. La mayor preocupación sobre la necesidad de la autoestima entre las y los sumisos; la aplicación y cultivo de la comunicación asertiva, la puesta en práctica de estrategias de negociación y una toma consciente de decisiones, particular aunque no únicamente entre quienes se someten y entregan, sustrae de los y las dominantes la exclusividad de la iniciativa, conducción y control de las relaciones.

Las ideologías y las formas de vida en prácticamente todos los campos del entramado social están sujetas a revisiones y cambios, con mayor o menor conciencia de sus practicantes, pensadores y líderes. Esta fue la constante del siglo XX y es dramáticamente cierta en nuestros tiempos, en los que el predominio del mercado, la globalización y la irrefrenable innovación tecnológica, en el contexto de sociedades más abiertas y tolerantes, hace que las personas, los grupos, las organizaciones y las sociedades transformen o muden comportamientos, prácticas y costumbres, incluso hondamente arraigados para la presión de lo inmediato, lo sutil, lo novedoso. Nuestro mundo es uno “light”, efímero, vacío sostiene el filósofo y sociólogo francés contemporáneo Gilles Lipovetsky.

Esto no significa que todo cambiara al mismo tiempo, de manera semejante y en la misma dirección. Resurgen, incluso con fuerza, los fundamentalismos y los localismos, no son escasas las reacciones que propugnan la vuelta a un pasado idealizado y añorado. Las y los amantes de las convenciones, las escuelas, los mentores, las reglas, los protocolos, las jerarquías, no desaparecerán, ni mucho menos, previsiblemente tenderán a reducirse a pequeños grupos de conocidos, como fue en su origen, para salvaguardar las tradiciones, lo que se considere la esencia.

El BDSM y la D/s también están en transformación, impactados por influencias externas y por cambios en su interior, generados o favorecidos por aquéllas, lo que puede observarse cotidianamente en la variada información disponible sobre este mundo y constatarse en la práctica y la mentalidad de quienes crecientemente se interesan en sus rituales, contenido, estética y parafernalia.

Fuente: http://www.bdsmrevista.com/2015/02/24/hacia-el-postbdsm/

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