Asfixia erótica
Es también conocida como asfixiofilia o hipoxifilia, se trata de la reducción intencional de la cantidad de oxígeno para llegar al orgasmo.
La asfixia erótica. Esta práctica tan curiosa consiste en obtener un aumento del placer a través de la disminución de la respiración durante el acto sexual o masturbación. Se puede realizar acompañado o bien en pareja. Aunque es habitual dentro del mundo BDSM (bondage; disciplina y dominación; sumisión y sadismo; y masoquismo), hay que tener cuidado, ya que cuando la señal de placer llega al cerebro, esta puede hacernos perder la percepción del peligro.
Como bien indica la palabra asfixia, se trata de asfixiar literalmente mientras se recibe placer, con el objetivo de sentir orgasmos mucho más intensos.
Práctica peligrosa
Para algunos está considerado como una parafilia. Para amantes del BDSM es, simplemente, una práctica más dentro de las muchas que se llevan a cabo en el mundo del látex y las cadenas. Lo que sí es cierto es que es sexo llevado al límite, tanto, que en ocasiones acaba con la vida de la persona que lo lleva hasta el extremo.
La asfixia erótica se basa en reducir la dosis de oxígeno que llega al cerebro de manera que se intensifique el orgasmo. Sin embargo, el cerebro en estos casos puede llegar a jugar una mala pasada. Cuando la señal de placer llega al cerebro, esta puede ocasionar la pérdida de la percepción del peligro. Esto hace que los amantes sigan adelante con la asfixia hasta el punto de llegar a la muerte.
Hace algún tiempo se puso de moda entre adolescentes y estrellas del cine y la música con resultados mortales.
Extraño placer
A medida que se acerca el estado de asfixia se supone que se incrementa la producción de endorfinas. No obstante, es una práctica muy riesgosa que puede acarrear la muerte. Y es que, justo en el instante del orgasmo es común que se pierda el control y la falta de oxígeno termine siendo fatal.
Aunque algunos piensen que forma parte del ritual de la masturbación más íntima y, por tanto, se realice en soledad, esta práctica también se puede trabajar con otra persona. Dentro del mundo BDSM se pueden utilizar muchos instrumentos que impiden la respiración tales como máscaras de látex, plásticos, cueros e incluso cinturones atados al cuello o sogas simulando una semiestrangulación.
Nada nuevo
A pesar de que parezca algo novedoso, la hipoxifilia es un juego erótico que se lleva realizando desde hace siglos como una terapia contra la disfunción eréctil o la impotencia en los hombres.
Aguantar la respiración durante la masturbación o el coito, al punto de desmayarse no es una práctica nueva sino un hábito muy popular en Asia y Alaska, que llegó a Europa por soldados franceses durante la Primera Guerra Mundial.
En otros registros se tienen datos de que algunos hombres que fueron ejecutados en la horca llegaron a presentar erecciones con eyaculación, las cuales, dicen, conservaban después de la muerte. Por algún tiempo fue utilizado como tratamiento para tratar la disfunción eréctil, aunque no se tiene información de que diera resultado.
Más común en hombres
Este tipo de práctica, muy riesgosa, suele presentarse más en hombres que en mujeres. La edad promedio es entre los 20 y 30. Además, se ha detectado que suelen presentarlo más individuos que no tienen pareja. De acuerdo con la revista Pediatrics le cuesta la vida a entre 1200 y 2050 personas cada año.
Víctimas famosas
Existen numerosos casos de famosos que han perdido la vida por dejarse llevar por la asfixia erótica. Un ejemplo es el actor David Carradine, protagonista de Kung Fu. El maestro de las artes marciales fue encontrado muerto por asfixia en la habitación de un hotel de Bangkok. Según la policía, Carradine fue hallado sin signos de violencia pero desnudo, con una cuerda atada al cuello, otra a los genitales y ambas a un armario.
Otros famosos que murieron por causa de este placer fueron Michael Hutchence, voz líder de la banda australiana INXS. El 22 de noviembre de 1997 fue hallado desnudo y colgado de un cinturón en su habitación, la versión oficial dice que fue suicidio, pero hay rumores de que practicaba esta parafilia.
Kevin Gilbert, integrante de la banda Giraffe, también hace parte de esta lista. El músico fue encontrado en 1996 desnudo, con una corbata que le apretaba el cuello.
El actor Albert Dekker tampoco escapó al peligro de sus deseos sexuales. Este artista neoyorkino fue hallado muerto en 1968 con una pelota de goma en la boca, cinturones atados al cuello y vestido con lencería femenina. El médico forense determinó que había fallecido por practicar el sexo extremo.
Finalmente, el compositor checo Frantisek Kotzwara también cayó en esa peligrosa tentación.
El músico dejó de existir en Londres luego de atarse al cuello una de las ligas de una prostituta, y sujetarla a una puerta. Este podría considerarse uno de los primeros casos de hipoxifilia -también llamada asfixia erótica.
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