¿Si o No al Miedo en el BDSM?
Para comenzar todos sabemos lo que es el miedo porque en algún momento de nuestras vidas lo hemos sentido, tanto sea al que llamamos simplemente miedo como a los que nombramos indiscriminadamente como temor, fobia, terror, pánico etc. Aunque todas estas palabras signifiquen en realidad cosas diferentes.
Por ellos y para no caer en términos académicos ni filosóficos que van mas allá del BDSM he decidido dividir al miedo en dos tipos, el Miedo Movilizante y el Miedo Paralizante.
El sentir miedo no es malo y en muchos casos suele ser favorable para las personas que lo padecen, tanto sea para una sesión o para detectar si estamos frente a un abusador, es por ello que es bueno saber diferenciarlos.
Una de las características son :
· Como se engendra el miedo
· La reacción que tiene la persona que lo padece
· El momento en que desaparece.
En el BDSM el miedo es una de las herramientas que utilizan muchos dominantes, por ello un sumiso/a puede temer a muchas cosas pero nunca al Amo/a, puede temer a todo lo desconocido, a algo nuevo que va a experimentar, al castigo (no solo por el dolor físico si es corporal, sino también por el dolor psíquico que causa el disgustar a su dominante) Pero nunca al dominante y sus reacciones.
Engendración Del Miedo
Miedo Movilizante: Esta situación se presenta cuando sucede en el afuera una situación peligrosa que si bien puede no ser peligroso, el individuo lo siente como tal. Ósea que la percepción es la que alimenta a este miedo.
· Un ejemplo en el BDSM: Si en una sesión el dominante tiene al sumiso/a atado, con los ojos vendados e inclusive sin la posibilidad de escuchar sonidos, por lógica sentirá este tipo de miedo. Su cuerpo estará expectante frente a los movimientos de su dominante.
Miedo Paralizante: Es generado a raíz de una situación de peligro inventada por el pensamiento, si bien puede ser que en algún momento suceda esa situación no esta ocurriendo en el momento presente. Ósea que la imaginación alimenta a este miedo.
· Un ejemplo en el BDSM: Si el sumiso/a es castigado por cualquier cosa y sin motivo alguno llega a un punto en que comienza a dudar antes de hacer cualquier cosa o emitir alguna palabra, perdiendo el limite de lo que esta bien y lo que esta mal, comenzando a sentir hasta las cosas mas claras y normales como equivocas.
En este caso no se juega el respeto y el cuidado que debe tener el sumiso/a frente a su dominante, sino que la obediencia viene por el miedo de la reacción del dominante, siendo una forma de parar los comportamientos irracionales o los castigos injustos.
Luego de imaginar el enfado de su dominante comienza a imaginar las consecuencias que sufriría si su dominante se enfureciera por dicho acto, temiendo ya no solo al castigo sino también a su dominante, terminando el sumiso/a en un estado de duda tal que no se atreve a hacer ni decir nada.
Reacción de la Persona que lo padece
Miedo Movilizante: Es una respuesta natural y absolutamente sana frene a un peligro, desembocando en una sensación de inquietud y movilización que se conoce con el nombre de R.B.A. (Reacción Biológica de Alarma) produciendo una sustancia que se conoce con el nombre de adrenalina y una movilización de energías las cuales ponen al cuerpo en un estado de excitación para enfrentarse al peligro.
· Ejemplo en el BDSM: El miedo, al ser sentido en una sesión, causa una avalancha de adrenalina en el cuerpo humano dejando a la persona sexualmente excitada, si a esta sustancia le combinamos o juntamos la endorfina que es descargada por el cuerpo humano al sentir el dolor se incrementa aun más la excitación, creando una gran sesión para las personas involucradas e intensificando las respuestas de los participantes.
Miedo Paralizante: Este estimulo imaginario se llena de dudas la cual lo va llevando a la indecisión y al mantener esta situación se transforma en parálisis, no solo que el individuo no sabe que hacer, sino que no sabe como hacerlo, siente que no puede hacer nada y le faltan las fuerzas necesarias, terminando en un estado angustiante.
· Ejemplo en el BDSM: El sumiso/a a raíz de toda esta imaginación (que puede ser real y suceder, pero en ese momento lo esta imaginando) comienza a dudar de todo, hasta de su propia lógica de lo que esta bien y lo que esta mal. Cayendo en una indecisión de sí actuar o no, su imaginación se incrementa pensando en las consecuencias de lo que sucedería si su dominante se enojara, sus dudas e indecisiones se incrementan por esta vía y el sumiso/a comienza a dejar de hacer o decir se "paraliza", encerrándose en si mismo, imaginando aun mas y llenándose de mas dudas y miedos. Llegando a una parálisis total de su persona.
Momento que Desaparece
Miedo movilizante: Se agota con la desaparición del peligro y con la construcción que levantan los mecanismos de defensa.
· Ejemplo en el BDSM: Cuando termina la sesión, el castigo o la charla.
Miedo paralizante: No termina, todo lo contrario se va incrementando, la persona comienza a percibir todo lo inofensivo como ofensivo lo cotidiano como extraño y lo inocuo como dañino
· Ejemplo en el BDSM: No termina, se incrementa.
NOTA: Recuerde que la única forma de salir de este miedo paralizante es la acción. Primero debe reconocer si esta frente a un abusador, No se eche la culpa, acomode aquellos pensamientos que le fueron anulados, reencuéntrese consigo mismo y hágase cargo de su propia vida y su futuro, luego decida si quiere seguir viviendo en ese estado angustiante o volver a tomar las riendas de su vida.
Texto rescatado de: http://sayha.iespana.es/miedo.htm
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