Un estudio revela que el sexo BDSM tiene los mismos beneficios que jugar al golf

El sexólogo Alfred Kinsey publicó en 1948 y 1951 sus controvertidos informes sobre el comportamiento sexual de hombres y mujeres, que evidenciaban que las consideradas ‘desviaciones’ sexuales de la época — desde la homosexualidad hasta la masturbación femenina y masculina—, eran mucho más comunes de lo que se creía. Desde entonces, nos vamos deshaciendo poco a poco de los tabúes relacionados con el sexo.

Las prácticas BDSM (bondage, dominación-sumisión y sadomasoquismo) han salido del armario del cuero ya hace unos años y se han popularizado gracias a bestsellers como Cincuenta sombras de Grey, aunque amos y sumisos veteranos se indignasen en su momento por lo que calificaban de una burda historia de malos tratos.

giphy  -mileniales- Un estudio revela que el sexo BDSM tiene los mismos beneficios que jugar al golf

Ahora es cada vez más habitual que una pareja incorpore esposas en sus juegos de cama o que se apunten a talleres de shibari para aprender a atar y ser atados. Eso sí, el estigma todavía persiste, sobre todo, en el ámbito académico. Sin embargo, un reciente estudio conducido por investigadores de la Idaho State University ha concluido que más que una perversión, el BDSM debería ser considerado un hobby tan entretenido y saludable como jugar al golf.

“Históricamente, el BDSM tan solo se ha estudiado desde una perspectiva psicopatológica”, recalcaba uno de los principales autores del informe, el doctor Dj Williams, en una estudio previo publicado en Journal of Positive Sexuality. No obstante, debido al cada vez mayor número de personas que incorporan prácticas asociadas al universo fetichista del látex y la dominación sexual en sus relaciones íntimas, los científicos se vieron obligados a ampliar el espectro de su estudio.

            Azótame a ver si me relajo

Según los investigadores, del total de participantes de edades comprendidas entre los 18 y los 78 años, un 90% afirmó que el BDSM les hacía sentirse más libre, el 99% admitía que le daba placer, el 90% se refirió a estas prácticas como una forma de expresarse y el 91% y 97% por ciento, respectivamente, declaraba que reducía el estrés y les reportaba emociones positivas.

“Nuestros descubrimientos muestran que las prácticas sadomasoquistas y las disciplinas de dominación provocan en las personas efectos parecidos al de otras experiencias de ocio y son tan relajantes y sanas como el golf, la natación o asistir a conciertos y actividades culturales”, resume el doctor Williams.

Debido a estos resultados tan sorprendentes para los ‘vainillas’ (así conocen a las personas que nunca han practicado el BDSM sus adeptos) los científicos sugirieron que el BDSM debería clasificarse como hobby, porque “si es reconocido como una experiencia de ocio legítima con beneficios personales, se podrá borrar el estigma que lo asocia a las desviaciones sexuales”.

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